El Real Madrid se impone al Covirán Granada en un catastrófico partido de los andaluces (108-75), en un día en el que no conectó absolutamente ninguna de las piezas del puzle de Pablo Pin. La amplitud de la plantilla madridista les ayudó a reducir a su mínima expresión los efectos del cansancio de jugar el viernes en Belgrado.

Real Madrid y Covirán Granada se veían en las caras en el WiZink Center en la mañana del Domingo de Ramos. Madrileños y granadinos, ambos en una posición ahora tranquila para con sus respectivas aspiraciones, se la jugaban en la jornada 25 de la Liga Endesa. El Real Madrid, que recuperaba a Anthony Randolph, venía de jugar el viernes noche en Euroliga, lo que hacía pensar a los de Pin en una plausible sorpresa teniendo en cuenta el estado físico de los de Mateo.

Q1: 30-15

Desde el comienzo del encuentro, el Real Madrid, sin estar a su máximo nivel, llevó la batuta sin oposición, con un Granada muy por debajo de lo esperado. Imprecisos en ataque y blandos en defensa, los rojinegros se vieron sobrepasados en todo momento por el buen hacer de un Madrid comandado por un gran Cornelie. 15 puntos de diferencia contarían los merengues tras el primer cuarto, con solamente un 10% desde la línea de tres para Granada.

Q2: 59-37 (29-22)

Similares derroteros seguiría el segundo cuarto, que empezaría como una prolongación del primero, y un Covirán en estado de zozobra. Los andaluces mejorarían con el paso de los minutos, pero de poco serviría con el tino de Poirier, Hezonja y el recuperado Randolph. Volaba el Real Madrid en el WiZink Center, para marcharse al descanso con 22 puntos de ventaja. Alguna intentona tímida de Bropleh o Renfroe acercaron a los granadinos, pero siempre manteniendo la distancia que hacía casi imposible pensar en una remontada visitante.

Q3: 81-58 (22-21)

A la vuelta del descanso, los de Pablo Pin empezarían, aunque tarde, a evidenciar la frescura en lo físico respecto al Real Madrid, que venía de jugar Euroliga hacía menos de 40 horas. Con triples de Renfroe, Maye y Jacobo Díaz, reducirían la sangría a 15 puntos, mínima desde el primer cuarto. Sin embargo, el Real Madrid seguía sin perdonar cualquier opción que tenía, por mínima que fuese, y se montó de nuevo en 23 puntos para afrontar con completa tranquilidad la última manga.

Q4: 108-75 (27-17)

Con pocas habichuelas por disputar, los locales siguieron bailando sobre el WiZink en los últimos diez minutos. Un Hezonja estelar —quizá el mejor del partido— mantenía el ritmo para un Real Madrid que terminaría alcanzando el centenar en el luminoso. En uno de los peores partidos a nivel ofensivo de la temporada, el Covirán Granada se marchaba de Madrid con la derrota más abultada de la temporada, igualando los 33 puntos de diferencia de la visita al Río Breogán.