Anoche, dormir fue de cobardes. Una noche histórica para la mayor liga del mundo. Adrenalina, talento, equipazos, y una doble situación de Win or Go Home (Ganar o irse a casa). Los dos finalistas de la edición anterior se jugaban la continuidad en estos Playoffs. La mejor defensa del planeta y el niño más talentoso de la liga pretendían evitarlo. Una noche inolvidable, con sorpresas y marcas históricas, además de dinámicas muy interesantes para las finales de Conferencia.

Los Boston Celtics se llevaron la que puede ser una de las mejores series de los playoffs de esta temporada. Tras un partido no muy competido por parte de los Bucks (109-81), los de Ime Udoka avanzaron a las Finales de la Conferencia Este y se enfrentaran a los Miami Heat.
El factor más relevante en la debacle de los de Milwaukee fue el desacierto en el triple, y es que los de Budenholzer tiraron 33 veces desde la línea de tres puntos, anotando tan solo 4 veces. Esto equivale a un 12.1% de acierto.
Giannis Antetokounmpo firmó un doble-doble con 25 puntos y 20 asistencias, pero le faltó un poco de ayuda por parte de sus compañeros, de los cuales podemos mencionar a Jrue Holiday con 21 puntos y a Brook Lopez, que empezó muy bien el partido, pero fue bajando su nivel progresivamente. Por otra parte, en los Celtics no solo nos encontramos con un gran partido de Tatum y Brown, sino que un sorprendente Grant Williams anotó 27 puntos con 7 triples que hundieron a los Bucks.

Ha sido un enfrentamiento entre la polivalencia y el trabajo colectivo de Boston, con grandes actuaciones de Al Horford, Jayson Tatum, Grant Williams, Jaylen Brown y demás; frente a un Giannis Antetokounmpo acompañado, simplemente, por Jrue Holiday. Giannis, de hecho, es el primer jugador en la historia en anotar más de 200 puntos, capturar más de 100 rebotes y dar más de 50 asistencias en una serie de Playoffs.
El otro gran partido definitivo de la noche también era el Game 7 entre los Dallas Mavericks y los Phoenix Suns. Los de Jason Kidd consiguieron eliminar al mejor equipo de la temporada regular de manera muy holgada (90-123). Firman así su segunda eliminatoria consecutiva
La principal causa de esto fue que, a lo largo de la primera parte, Luka Doncic anotó los mismos puntos que todos los Suns. Además, sus dos estrellas del equipo, como son Chris Paul y Devin Booker, fueron incapaces de anotar ningún tiro de campo.

Lo del esloveno empieza a ser una carrera memorable. Con esta actuación, se ha convertido en el primer jugador en la historia en ganar un séptimo partido fuera de casa habiendo anotado 35 puntos o más.
Por otra parte, en el equipo de Dallas no solo brilló Luka con 35 puntos. Apareció un enorme Spencer Dinwiddie que, con 30 puntazos, terminó sentenciando la eliminatoria y por fin consiguió volver a jugar al nivel que le pertenece. Una vez más, Jalen Brunson se consagra como estrella ofensiva con 25 tantos en el Game 7. Minutos después del fin del partido, en la charla de Jason Kidd a sus jugadores, pudimos escuchar y entender la mentalidad de este equipo. No dejar de creer, aunque las cosas se pongan muy cuesta arriba. Una mentalidad ganadora que veremos si funciona ante los Splash Triples de los Golden State Warriors.

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