El Palacio acogía una nueva final para Covirán Granada, y en esta ocasión también para su rival, el Río Breogán, uno de sus contrincantes por la permanencia. Un total de 8,283 espectadores disfrutaron de un espléndido partido de baloncesto que terminó con la novena victoria de los lucenses y la derrota del equipo de Pablo Pin. Esta derrota devuelve a los granadinos por completo a la lucha por la permanencia. Un segundo cuarto pésimo les penalizó a largo plazo e impidió que la ventaja conseguida en la segunda parte se reflejara en el marcador final.

El encuentro comenzó con un parcial de 12-5 a favor de Covirán, gracias a un David Kramer estelar, quien anotó 8 puntos y destacó en defensa, provocando tres pérdidas de balón en el equipo rival. A pesar del dominio de Granada en los rebotes, con 6 ofensivos, la falta de anotación a través de segundas oportunidades permitió que los visitantes se mantuvieran cerca en el marcador, finalizando el cuarto con un triple de Matas Jogela.

El segundo cuarto arrancó de manera opuesta al primero, un pésimo inicio de los locales y una gran actuación ofensiva del Breogán pusieron por delante a los visitantes, lo que obligó a Pablo Pin a detener el partido. Anthony Polite, con 3 triples y 13 puntos, lideró a su equipo y, junto con un triple sobre la bocina de Stefan Momirov, permitió que los lucenses se fueran al descanso con una ventaja de 9 puntos.

El único aspecto positivo de Covirán durante los segundos diez minutos fueron los 11 puntos de Scott Bamforth, que permitieron que el equipo no se hundiera en el marcador y se mantuviera relativamente cerca.

En la segunda parte, Kramer volvió a brillar con 11 puntos y un gran nivel defensivo, lo que contagió a Cristiano Felicio, muy sólido en la pintura, y permitió a los de Pablo Pin llegar al último cuarto con un marcador de 62-66 y todo por decidirse.

En los últimos diez minutos reglamentarios, una falta antideportiva de Quintela a Valtonen en una contra favorable a Granada situó al equipo de Pablo Pin a un punto de diferencia, y gracias a una canasta del finlandés, Covirán se puso por primera vez desde el primer cuarto por delante en el marcador. Polite y Robinson continuaron a un nivel espectacular, pero los granadinos se mantuvieron cerca en el marcador. El partido llegó a su última posesión con Granada un punto abajo y un segundo de posesión. Una jugada casi sin tiempo de reacción terminó con el fallo de Cheatham, lo que selló la victoria visitante por 84-85.

Covirán Granada perdonó y no consiguió la décima victoria que le habría dado un gran respiro en la permanencia. La próxima semana, Covirán Granada jugará contra el Real Madrid en el WiZink Center.

Foto: Antonio L. Juárez / PHOTOGRAPHERSSPORTS