La segunda semana de la ELF prometía un partido fantástico en Austria: los dragons llegaban a Innsbruck con el liderato de la Conferencia Central en juego. Aun así, el juego de los catalanes no acabó de carburar en ningún momento del partido, cayendo frente a los Raiders, que desde el primer cuarto dejaron claro que el partido no sería sencillo para los del Coach Black.

El equipo local se mostró muy bien en ataque, combinando jugadas aéreas y terrestres, sumadas a una firme defensa que frenó en numerosas ocasiones el ataque de los Dragons. Especialmente a Conor Miller, que se vio en numerosas ocasiones sobrepasado por la situación, recibiendo su primera intercepción y su primer sack de la temporada.

El jugador más destacado del partido fue Jarvis McClam, que sumó dos touchdowns, uno de ellos de más de 70 yardas, que pilló desprevenidos a la defensive line visitante. Por parte de los Dragons, el jugador más destacado fue Josh Johnston, que fue elegido como Hard Rock Café Player of the Week con 1 TD y 86 yardas.

La pesadilla de los Dragons aumentó con las numerosas penalizaciones recibidas. La falta de control del reloj hizo que los Delay of Game penalizaran notablemente al ataque de los Dragons en ataque, y la frustración en los duelos provocaros numerosos Pass Interference, uno de ellos (en ataque) frustró el segundo touchdown de Josh Johnston y desembocó en un 4th & Goal que no funcióno (de nuevo, tras un delay).

En la Conferencia Central, pudimos ver la victoria de los Munich Ravens frente a los Helvetic Guards por 39-10, y una nueva derrota como locales de los Milano Seamen ante los Stuttgart Surge por 26-40.

A pesar del resultado, hay poco que reprochar a los jugadores, y es que estos a pesar de ir por debajo en el marcador siguieron apretando y luchando hasta el final del encuentro contra uno de los candidatos a ganar la conferencia. Ahora, toca revisar el partido y aprender de los errores cometidos. El próximo encuentro será frente a los Munich Ravens, en Terrassa, el 24 de junio.