No creo en la predestinación. Soy de los que piensan que los actos y las decisiones tienen consecuencias. Que tú te labras el camino. Pero sí creo que la historia nos guarda un hueco. Que nos prepara unos renglones en los que redactar nuestro legado; contar nuestro cuento.

Por eso mismo soy escéptico con las promesas y las futuras estrellas en cualquier deporte. Odio las etiquetas de «el nuevo Messi» o «la nueva Serena». Y soy cauto con las predicciones que involucran jóvenes deportistas. Pero hay veces que me fuerzan a creer.

Laura Martínez es ya parte de la historia. Esta atleta de 2006 le ha quitado el boli al destino, y ha comenzado a escribir antes de tiempo. Ha batido récords establecidos incluso antes de su propio nacimiento, mientras competía con atletas que le doblan en edad.

El Campeonato de España Absoluto de Atletismo en Pista Cubierta ha sido un nuevo ítem en el impresionante currículum de la joven deportista alcorconera. Su 7,49 -pendiente de ratificación- en las series de los 60 metros lisos son el nuevo récord de España sub 18. Una marca que le permitió avanzar a semis, y que le hubiera permitido entrar en la final de haberla repetido en semifinales (hizo 7,55).

Un récord sub 18 no es suficiente para hacerme pensar en el éxito futuro de una atleta. Es algo relativamente rutinario. Al hacerse con el récord nacional en los 60, Laura conseguía su segunda plusmarca en la categoría. Sus 6,28 metros en el salto de longitud son, también, un récord de España. Ambas marcas las ha conseguido en 2023, con 16 años. ¡No cumplirá los 18 hasta noviembre de 2024!

Con su récord en el sprint, rompe una marca de Marián Garrantxo Méndez, establecida en 2004. En los saltos, supera a María Vicente, una de las grandes atletas de nuestro país en la actualidad. Al tener estos dos récords en una misma categoría, sigue los pasos de Sandra Myers, la última atleta en hacerlo (año 2000).

Se ha quedado fuera de las medallas en su primer absoluto. Algo que no es ni remotamente exigible para una atleta sub 18. Pero comentó en varias entrevistas que, aunque fuera difícil, lucharía por subir a los podios de 60 metros y salto de longitud. Vistas sus marcas personales, no era inalcanzable. Estas expectativas, en una niña de 16 años, son algo reservado para los grandes nombres.

No sabemos qué viene ahora. Solo sabemos que veremos mucho crecimiento. Crecimiento en una atleta de nivel absoluto, con siete años por delante para batir récords de categorías inferiores. Un completo prodigio de la velocidad.

Una atleta que tiene muchos campeonatos absolutos y muchos campeonatos de inferiores por delante. Por hacernos una idea, seguirá siendo atleta sub 18 en Paris 2024, y llegará con solamente 21 años a Los Angeles 2028. Los Juegos Olímpicos a los que Laura Martínez debería llegar en la cumbre de su carrera, aún no tienen sede designada.

El futuro emociona y asusta de igual manera. El cuento a escribir en los libros del destino se construye en la constancia, el progreso y, en muchos casos, la suerte. Pero el relato que ha comenzado Laura Martínez tiene uno de los comienzos más atractivos y esperanzadores de la biblioteca. Nos vemos en el siguiente capítulo de esta historia. La historia de una súper atleta en proceso.