Unicaja Málaga derrota a Covirán Granada (94-68) en un partido casi sentenciado en un primer cuarto de antología de los locales, muy ordenados tácticamente durante gran parte de los 40 minutos. El conjunto de Pablo Pin navegó sin rumbo por momentos ante un Unicaja que no perdió el control del partido en ningún momento. Debutó, con protagonismo, Dejan Todorovic, la noticia positiva del día para la Fundación.

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Covirán Granada y Unicaja Málaga se veían las caras en la séptima jornada de la Liga Endesa, en el que suponía el primer derbi andaluz histórico para la Fundación CB Granada en la máxima competición nacional. Todo un reto para los de Pablo Pin, que visitaban uno de los pabellones más infranqueables de España.

El Covirán Granada aterrizaba en el Martín Carpena dispuesto a prolongar su buen estado de forma, traducido en cuatro victorias en seis partidos antes de su visita a Málaga. El equipo local, en cambio, cosechó su tercera victoria en ACB en la última jornada, siendo esta la primera con muy buenas sensaciones, venciendo de 46 al Real Betis. El conjunto de Ibon Navarro, invicto además en Champions League, se postulaba como claro favorito para llevarse el gato al agua en un Carpena rozando el lleno.

El comienzo del partido sería todo lo competido posible por parte del Covirán Granada. Mantuvieron un parejo pulso con Unicaja hasta mediados del primer cuarto, cuando los locales hallaron una inaudita inspiración desde la línea de tres, transformando cinco triples en cinco posesiones consecutivas. Un triple de Bropleh en última instancia maquillaría un dramático resultado para el Covirán al término del primer cuarto: 29-16. Buena culpa tuvo el local Djedovic, conversor de tres de los cinco triples de Unicaja en los primeros diez minutos.

Amén de los sabidos efectos que suelen producir las charlas técnicas de Pablo Pin, el equipo visitante salió con otro aire al segundo cuarto, reduciendo a 8 la desventaja en el luminoso. Fue en este cuarto también en el que se produjo un momento más que esperado para los nazaríes: el regreso de Dejan Todorovic, que parecía que pagaría Prince Ali en un primer momento, pero que finalmente pagó, al menos para el partido de Unicaja, Ramón Vilà. A su entrada, la sangría se hizo mayor para el Covirán, que afrontó el segundo tiempo muerto de Pin en el partido con una diferencia de 16 puntos en contra. El Covirán mejoró en el segundo cuarto, ganándolo incluso, pero la distancia seguía siendo considerable: 12 puntos con un 52-40 al descanso. Todorovic dejó un triple para el Covirán en su primer cuarto como poco nazarí.

A partir del descanso, Unicaja mostró tablas y templó a la perfección el partido, con un marcador poco móvil gracias a posesiones largas y defensas bien controladas por parte de los locales. Sin embargo, unos buenos dos minutos finales de Covirán, con unos muy destacados Niang y Bropleh, les hicieron ganar también el tercer cuarto, aunque solo con un punto de diferencia, que significaba encarar la última manga perdiendo de 11 (56-67). En el último cuarto, Unicaja y el Martín Carpena apretaron sobremanera, consiguiendo un clima extraordinario para que el equipo malagueño jugara su cuarto más completo del partido, con unos Alberto Díaz y Osetkowski desatados. Los de Pin ofrecieron mucha menos resistencia, y claudicaron a mediados de los últimos diez minutos por el buen hacer de los locales, que suman su cuarta victoria de la temporada, empatando a ocho puntos con el Covirán Granada. Con un 94-68 para Unicaja concluía el encuentro dominical en el Martín Carpena.

Declaraciones de Pablo Pin

«Unicaja ha hecho un grandísimo partido durante todos los minutos. Ha sido diferente. Ellos han impuesto un ritmo muy alto desde el principio, y nosotros hemos jugado por rachas. Nuestro inicio de partido, sobre todo el primer período, hemos hecho un mal uso de las faltas. Unicaja ha anotado con muchísima facilidad. El uso de las faltas hoy no ha sido adecuado, y ellos han cogido mucha confianza en el juego. Es un equipo que no ha sido muy sólido en tiros de tres, hasta hoy. Creo que mi equipo ha sido capaz de pelear, de dar la cara, de corregir los errores que había en la pista; pero también había mucha diferencia física, y en los últimos cinco minutos nos hemos caído. El siguiente partido, Breogán, es un gran reto para nosotros».

«Lluís estaba realmente mareado después del golpe que tuvo al principio del partido. Él no se borra nunca, y lo he mirado y me ha dicho que no; cuando dice que no es que es algo serio«.

«Quizá hoy estábamos controlando las situaciones defensivas, y de pronto ha habido varias situaciones en las que no hemos cumplido “las normas”. Hemos dejado una ventaja que, fuera de casa, contra equipos de este nivel, es muy difícil de remontar. Toca analizar el partido y seguir mejorando».

«Los cinco triples del primer cuarto han afectado. Son 15 puntos que tienes, que ya son tuyos. Unicaja estaba en un 30% de efectividad en triples antes de hoy, y se han ido con siete triples al descanso. Nos ha afectado, aunque nuestro equipo se suele levantar bien de esas situaciones».