Álex Jiménez, flamante campeón en Chipre del Campeonato de Europa júnior de kárate, en la categoría kumite (combate) de +76 kilogramos, charla largo y tendido con la Revista Chapman sobre la mayor hazaña de su corta carrera; el premio a toda una vida de máxima disciplina y dedicación al «camino de la mano vacía».
Hay que caerse muchas veces hasta levantarse definitivamente. Eso ha comprobado Álex Jiménez, granadino de 17 años, después de una carrera júnior que hasta el pasado domingo era exitosa a nivel nacional (13 veces campeón de España) pero poco dadivosa más allá de las fronteras ibéricas.
El 5 de febrero de 2023 quedará más que tatuado en la memoria de Jiménez; de su entrenador de siempre, Wenceslao Angulo; y de su familia, que tantos esfuerzos ha hecho para que esta gran promesa del kárate español alcanzara sus éxitos. Ese 5 de febrero, Álex ganaba en Larnaca, Chipre, su primer oro en un Campeonato de Europa, el último evento júnior en el que por edad podía competir en su vida, cerrando una trayectoria brillante con la mayor recompensa posible.
De su vida dentro y fuera del tatami o de la final contra el turco Eren Temizel ha charlado Jiménez con la Revista Chapman, solo dos días después de cantar victoria en la otra punta del Mediterráneo.
Hugo Durán (HD): Alejandro, enhorabuena. Campeón de Europa por primera vez, y encima ganando en la final al turco Temizel, favorito y vigente campeón mundial. ¿Cómo se prepara un combate así?
Alejandro Jiménez (AJ): El combate lo preparé bastante. El día de antes estuve examinando al chico turco, ya que hay varios combates suyos en YouTube. Lo estuve viendo con mi entrenador, y decidimos que lo mejor que podíamos hacer era intentar que no nos marcase puntos y aprovechar todos sus errores para marcar la diferencia. Al final conseguí ese punto y ganar por la mínima.
HD: ¿Qué se siente en el momento en el que termina el combate y eres campeón de Europa?
AJ: Sobre todo, mucha liberación y satisfacción personal. Llevo bastante tiempo detrás de esta medalla, varios Campeonatos de Europa con no muy buenos resultados, y creo que después de terminar la final me sentí bastante satisfecho con el trabajo realizado.
HD: ¿Y escuchar el himno?
AJ: Creo que es lo más bonito. Después de tanto tiempo… Siempre lo había hablado con mi familia; escuchar el himno de tu país es el momento más bonito para cualquier deportista.
HD: ¿Cómo has estado a nivel físico en Larnaca?
AJ: He llegado en mi mejor momento de la temporada, para eso entrenamos. Tuve la mala suerte de que en Madrid me sobrecargué y tuve un pequeño tirón en el isquio, pero los deportistas tenemos que competir con ese tipo de lesiones, y gracias a los médicos y fisios de la Selección conseguí pelear sin mayor molestia, solo con esa pequeña roturita en el isquio.
HD: ¿En qué cambió tu sensación de ganar el Europeo respecto a cualquiera de los 13 oros en España?
AJ: La preparación lleva unas cuantas más de horas para estos campeonatos. La gente de otros países se prepara como deportistas profesionales para estas citas, no como en España que la gente entrena por la tarde como cualquier persona entrena su deporte. Para un Europeo se preparan con más profesionalidad, así que he intentado hacer entrenamientos por la mañana y por la tarde, y lo hemos llevado muy cuadriculado mi entrenador y yo. Lo hemos conseguido hacer bien estos meses, y ha dado sus frutos.
HD: ¿Cuántas horas venías entrenando las semanas previas al Campeonato de Europa?
AJ: La Federación decidió que pasáramos una semana en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid y hacíamos tres horas al día. Con «Wence», en Granada, hacíamos trabajo específico físico y técnico de hora y media por la mañana, y por las tardes daba mis sesiones con mis compañeros, que eran otras dos horas.
HD: De tu primer día en el gimnasio de Wenceslao Angulo al oro de Larnaca hay más de una década. ¿Cómo te dio por el kárate?
AJ: Todo empezó cuando tenía cinco años. Yo era un niño muy nervioso y mi familia estaba preocupada. Una clienta de mi madre le recomendó el kárate para que fuera por las tardes a hacer un deporte que me inculcara valores y que me hiciera gastar energía para descansar mejor, y le recomendó el gimnasio al que iba su hijo, que era el de Wenceslao. Pillaba muy cerca de la casa de mis abuelos, por lo que era perfecto para mí. Tenía cinco años recién cumplidos y desde entonces me gustó muchísimo. Mi entrenador veía que tenía cualidades, pero a mí no me gustaba la competición hasta los nueve o diez años. Con el paso del tiempo empecé a competir, a tomármelo más en serio, y me está yendo muy bien.
HD: ¿Cómo es tu dieta? El peso no es un problema para ti al competir en más de 76 kilos, pero, aún así, ¿es muy estricta?
AJ: El kárate va por pesos. Yo, al competir en más de 76 kilos no tengo problema, pero llevo una dieta muy equilibrada que me hace un nutricionista, y como sano para mantenerme en mi peso. Los que tienen que bajar de peso dos o tres kilos para su categoría en los torneos tienen más problema, hacen deshidrataciones muy fuertes antes del pesaje y es mucho más duro, es casi como otro campeonato. Mi mayor problema es pelear con gente de 100 kilos, que ha sido un hándicap en Chipre, donde me he enfrentado a algunos altos y grandes.
HD: ¿Qué es lo mejor y lo peor de los viajes?
AJ: Lo mejor es estar allí con todos los amigos de la Selección, los paseos por las ciudades, te lo pasas muy bien. Lo peor es regresar, con todo el cansancio acumulado, son siempre muchísimas horas de viaje cuando acabamos de terminar de competir…
HD: Hablando de viajes largos: el lunes, desde las dos de la mañana, tuviste que hacer Larnaca-Atenas, Atenas-Madrid y Madrid-Granada. Llegaste pasadas las seis de la tarde, supongo que muy cansado, a la estación de tren de Granada, pero allí esperaba cerca de un centenar de personas de tu familia y amigos, y hasta algún curioso que otro. ¿Qué sentiste al ver a tanta gente?
AJ: Yo esperaba que viniera mi familia a recibirme, pero no todos mis amigos, gente del kárate… Sentí mucha felicidad. Es muy bonito que todos los que me quieren vayan a reconocerme lo que he conseguido, ellos saben lo que he sufrido para conseguir esta medalla, y me han apoyado siempre.
HD: ¿Cómo es una vida dedicada al deporte de élite? La disciplina, el poco tiempo para la familia, los amigos… Y hasta los estudios, porque nunca has estudiado en un centro para deportistas de alto rendimiento.
AJ: La vida del deportista es muy bonita. Estos logros son muy satisfactorios, a pesar del sacrificio de no poder salir con los amigos o no tener tiempo libre. Es difícil pero merece la pena por conseguir escuchar el himno de tu país o una medalla de oro en el Campeonato de Europa.
HD: El kárate te ha llevado a México, Chile, Finlandia, Croacia, República Checa, Francia, Hungría, Chipre… Cuenta una anécdota que se te haya quedado grabada de alguno de los viajes.
AJ: Siempre recuerdo una muy curiosa que nos ocurrió en el Mundial de Chile de 2019. Había una situación muy conflictiva por una subida masiva de los precios, y justo al llegar nosotros se dio la gota que colmó el vaso, que fue la subida del precio del transporte público, y se creó un ambiente muy hostil. Había manifestaciones; los militares las paraban muy violentamente, y vivimos una manifestación que pararon con gases lacrimógenos mientras entrenábamos en la calle, y nos tocó salir corriendo hacia el hotel. Desde entonces solo entrenamos en el parking del hotel, y salimos de allí solo para competir.
HD: Háblame del futuro del kárate español. ¿Quiénes están llamados a suceder a Damián Quintero y Sandra Sánchez, los medallistas de Tokio?
AJ: Ahora mismo Babacar Seck y María Torres están destacando mucho, y espero que de mi generación podamos llegar lejos mi amigo Zsamoran Shotte y yo. Él fue campeón de Europa el año pasado y yo este, y espero que lo podamos hacer en la categoría absoluta también.
HD: Objetivos. Has ganado el Europeo de niño. ¿Te ves ganándolo de grande?
AJ: Lo hablo con mi entrenador, esta categoría es un proceso. Hay que seguir paso a paso para llegar bien a sénior. Ser campeón de Europa y del Mundo absoluto sería lo más grande. Voy por el buen camino. Me quedan muchos años pero poco a poco voy a intentar entrar en el equipo nacional y competir al máximo nivel para conseguir esas medallas a nivel absoluto. Esta medalla me da un plus para subir al ranking mundial y poder participar en Premier League y Serie A, y espero competir pronto con la Selección absoluta.
HD: En el deporte de élite, muchas veces, el conseguir algo por lo que tanto has trabajado frena la motivación para seguir, te empacha la victoria. ¿Te asusta esto?
AJ: No, para nada. Creo que este oro es un trampolín para mí, algo que necesitaba para ver que puedo hacerlo y me va a dar la fuerza para conseguir mayores logros. Todavía me queda conseguir medallas en los Mundiales, estar en el equipo sénior, y esto me da más motivación. Y en el Europeo, espero ganar todas las medallas que pueda, no me conformo con esta.
HD: ¿Con qué medalla sueñas?
AJ: Lo máximo sería un oro olímpico. Es el sueño de cualquier deportista. En el caso del kárate español tuvimos dos medallas en Tokio; si volvemos a entrar en el programa olímpico, darle un oro a España sería el clímax de mi carrera.
HD: Con los Juegos quería terminar. Hubo kárate en Tokio, lo quitaron de París antes de ver cómo salía en Tokio, y ahora parece que puede volver para Los Ángeles 2028. Tú tendrías 23 años, quizá en tu momento más álgido. ¿Es una meta máxima para ti?
AJ: El kárate fue por primera vez olímpico en 2020, lo han quitado de París por decisiones extradeportivas, y en 2028 vuelve a ser candidato. Es un deporte que a la gente le gusta bastante, tiene millones y millones de licencias a nivel mundial, y en mi caso, esas Olimpiadas son un objetivo al que mirar a largo plazo. Llegaría joven pero en un momento físico perfecto. Si se diera la oportunidad en Brisbane 2032 iría a por ellas también, tendría una edad muy buena para competir.
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