«Los Juegos Olímpicos son nuestro sueño, pero tampoco es nuestra última oportunidad». Así de precavidos y a varios meses vista del preolímpico, Sofía Val (Madrid, 2004) y Asaf Kazimov (San Petersburgo, 2000) reflexionaban sobre la remota posibilidad de ser deportistas olímpicos. Mantenían los ojos prudentemente cerrados para seguir visualizando una puerta que ni siquiera parecía abierta para 2026, pero que iluminaba mínimamente la habitación. Nunca se sabe.

Hijos de la casualidad, Val y Kazimov caminan juntos en una unión que apenas cumple 3 años. Ambos, nómadas deportivos en algún momento de su trayectoria – algo casi normativo en la danza sobre hielo -, encajaron bajo el paraguas de los olímpicos Sara Hurtado y Kirill Jalyavin y su recién nacida SK International Ice Dance School en 2022. Y no «encajaron» por decir. «Match total». Dos palabras bastan a Hurtado para resumir la naturaleza de su vínculo sobre el crujir del hielo. Parecen diseñados en un laboratorio -de nombre la Nevera de Majadahonda-; comparten experiencias, objetivos y un modus operandi que se demuestra excepcional a la vista del mundo. Una máquina perfectamente sincronizada desde sus primeros pasos juntos: elegantes, pasionales y de precisión clínica.

Su puesta de largo como la nueva realidad -ahora sí que sí- de la danza española sobre hielo comenzó durante este mismo 2025. Unas pocas decenas de kilómetros separan la sede de los próximos Juegos Olímpicos de Invierno 2026, Milán-Cortina d’Ampezzo, de la ciudad que vio a Val y Kazimov colgarse el primer oro de su campaña en los Juegos Universitarios de Turín. Primera alarma para acercarse a la realidad. Un impasse de días separó a la pareja de un nuevo oro en la Copa del Éfeso, y sentó de nuevo otro recordatorio en la plana nacional: estaban llegando. Entre meses de deshielo y horarios prohibitivos, la puerta se iba abriendo cada vez más. Olivia Smart y Tim Dieck fueron sextos en la danza del mundial de Boston y garantizaron una plaza extra en el preolímpico de septiembre en Beijing para una pareja española: los elegidos -segundos en el campeonato de España-, Sofía Val y Asaf Kazimov. Quizá el sueño estaba cerca de poder materializarse.

Previo paso por Dordrecht para inaugurar -con otro oro- su nuevo programa en el escaparate mundial, los pupilos de Hurtado y Jalyavin colocaron la primera piedra del camino durante la mañana del viernes, en una prueba de danza rítmica marcada por la elevada exigencia global de los jueces. Integrados en el penúltimo grupo de la sesión, Val y Kazimov consiguieron sobreponerse a la primera barrera mental de la que es, según la propia Hurtado, la “competición más estresante” que la madrileña disputó en su dilatada trayectoria. Pero podrían llover cometas, y su tenacidad se hubiese mantenido intacta. De hierro.

Ricky Martin como metrónomo, las cuchillas afiladas y la mirada decidida. El objetivo era claro: mantener el suelo del campeonato preparatorio de Dordrecht y crecer desde ahí. Dicho y hecho (por décimas). Manteniendo la pulcritud que suele regir sus ejecuciones -no por nada se mantenían invictos en competición en el 2025-, y a pesar de pequeños errores anecdóticos en las primeras figuras del programa, Sofía Val y Asaf Kazimov se situaron como quintos provisionales en la clasificación tras la prueba de danza rítmica con 68,35 puntos. Tan solo unas décimas les separaban de las parejas japonesa (Yoshida / Morita) y sueca (Reitan / Majorov), ocupantes de las últimas dos plazas que otorgaban acceso a ser olímpicos. Licencia para soñar -y despertar- de cara al domingo.

Dos días después del primer asalto. Mientras España duerme, Val y Kazimov se predisponen a abrir los ojos y a despertar de su propio sueño para convertirlo en una realidad. Después de asegurarse un puesto en el último grupo de la sesión, tienen en su mano la carta más fuerte de su mazo, la danza libre. Primeros en romper la baraja, la Exogenesis de Muse marca los acordes mientras Sofía y Asaf tratan de demostrar aquello que marca el título de su música: por qué su danza no proviene de este planeta. Sus miradas abren en canal su patinaje sobre el hielo chino. Aunque por debajo de su marca en Dordrecht, y tras acumular fallos mínimos en algunos elementos, el 101,97 final (y 170,32 global) los aúpa hasta la cabeza de la tabla provisional, pero aún quedan cuatro parejas.

Ya en la zona de prensa, mientras deambulan de un lado para otro, Sofía Val y Asaf Kazimov esperan un fallo de las cuatro parejas restantes. Aquí es donde aparece la cara más rugosa del estrés que mentaba Sara Hurtado. Aunque la agonía es corta y muy dulce para el dueto de la SK Academy: la pareja japonesa pincha y les asegura un puesto – que finalmente será una tercera posición – en los próximos Juegos Olímpicos de Milán-Cortina 2026. La segunda pareja nacional detrás de Olivia Smart y Tim Dieck, y en la primera edición en la historia que la delegación española cuente con esas dos parejas.

Un año intachable culminado con la hazaña olímpica de la joven pareja que no es solo un nuevo respaldo a la persistencia. Es un grito al futuro. Con los ojos rasgando el presente. Y lo entonan en forma de «ya estamos aquí». Milano calling es una realidad.

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