Las dos malas versiones de Covirán Granada ante los dos mejores equipos de la ACB hacen saltar las alarmas de los aficionados. Afines e imparciales cuelgan, en octubre, la etiqueta de «nuevo Palencia» o «nuevo Fuenlabrada» al Covirán 32 jornadas antes del desenlace liguero.
Foto: Fermín Rodríguez / Fundación CB Granada
La ristra de grandes entrenadores y directores deportivos de las redes sociales —a los que la vida no les dio la oportunidad de ejercer en la vida real— ya han dictado sentencia. El Covirán será, irremediablemente, equipo de Primera FEB la próxima temporada. Lo han visto claro. Perder de 26 en el Palau Blaugrana en el estreno en casa de Peñarroya, Punter, Juan Núñez o Metu y de 16 en casa ante el equipo más en forma de Europa es inaceptable.
Bromas aparte, la imagen del Covirán ha sido manifiestamente mala en su arranque liguero. Pero en una Liga Endesa en la que solo descienden dos equipo, empezar sin victorias en las dos primeras jornadas (igual que Lleida o Breogán, que todavía no se han estrenado) nunca puede ser un drama. Y menos todavía si tus primeros rivales han sido Barça y Unicaja.
Era previsible que el Covirán se la pegara en sus dos primeros compromisos, sí. Quizá no lo era tanto ver una versión tan inconsistente, con tantas pérdidas de balón y con tan poca efectividad anotadora de los de Pablo Pin. Pero si había que usar dos domingos para engrasar las máquinas, mucho mejor ante Barça y Unicaja que ante cualesquiera otros rivales en la ACB.
Aunque no arregle nada un triunfo (porque, recuerden, a este Covirán hay que darlo por descendido), las opciones de los rojinegros en Fontajau serán mayores. Las bajas de Sergi Martínez y Juani Marcos, frente a la única duda de Iván Aurrecoechea, además de la necesidad visitante de empezar a sumar, pondrán al equipo de Pin en la pelea seguro.
A nadie se le escapa que el barco nazarí lleva tripulantes de menos talento este año, pero también unas condiciones defensivas y colectivas que nunca ha habido. Fontajau es la primera piedra de toque real para este proyecto. A partir de ahí será lógico emitir juicios de valor. Hasta entonces, hablar por hablar. Aunque acabe 0-34 la temporada, habrá sido hablar por hablar.
No será un camino de rosas para el Covirán la salvación, de acuerdo; pero seamos serios: en octubre, pudiendo fichar todo el año y arreglar un proyecto de mil maneras, y sabiendo que Pin ha salvado ya dos veces a su cuadrilla… No hay nadie descendido.

