JAVIER HILL
¿Sabéis eso de hay que estar en el lugar adecuado en el momento oportuno? Pues en la NFL pasa. De hecho, es la liga deportiva en la que más veces se puede aplicar. Quizá la figura del quarterback sea la más importante en un equipo dentro de cualquier otro deporte, pues es el encargado de manejar todo el juego que pasa sobre la ofensiva (que es la que realmente anota con mayor asiduidad en los partidos). Pero, como ya se ha dicho al principio, y trasladándolo a la NFL, hay que estar en el equipo adecuado, con el staff adecuado, con los compañeros adecuados, con… (me tiraría todo el día así).
Josh Allen es el ejemplo perfecto de todo esto. Si echamos la vista atrás nadie, y repito y afirmo, nadie hubiera apostado que este quarterback iba a ser uno de los mejores de la liga cuando jugaba en la Universidad de Wyoming. Su análisis pre-draft era una auténtica broma, pues aun se pueden ver reportes del estilo: “No pasa nada, porque si no vale puede seguir siendo un buen granjero”. Realmente todos los quarterbacks son melones por abrir y esa siempre ha sido una gran metáfora que se ha contado todos estos años por nuestra comunidad. De hecho, es irrisorio ver que varios jugadores del Top 5 de ahora distan mucho de los quarterbacks que estaban por encima de ellos en su respectivo draft.
Sam Darnold de Josh Allen, Mitchell Trubisky de Patrick Mahomes o Jordan Love de Jalen Hurts. Aunque aquel draft de 2020 fue, sin duda, uno de los mejores en cuanto a camada, ya que por delante salieron nada más y nada menos que Justin Herbert, Tua Tagovailoa y Joe Burrow. Pero no solo es llegar a la NFL y acabar en el equipo adecuado.
Un ejemplo de don’t give up es el de Joe Burrow, el cual fue reclutado en su momento por el prestigioso programa de college de Ohio State. Su paso por el equipo Buckeye fue nefasto y, si no llega a pedir el transfer a LSU, podríamos estar hablando de un stock muy bajo para ese draft tan prolífero de 2020. Hubiera sido posible y nada desdeñable verle en un equipo como tercer QB. ¿Veis la importancia de acabar en un equipo adecuado? El estar en tercera posición de Depth Chart en cualquier equipo NFL hace que tus oportunidades vayan decreciendo.
Es por eso que la historia de Brock Purdy hace pensar que aún puede haber joyas ocultas incluso dentro de cada una de las franquicias NFL. Recordemos todos que los San Francisco 49ers tenían como quarterback titular a Trey Lance, el cual se lesionó para toda la temporada. ¿Su suplente? Un QB más que apañado y que ya llegó con ellos bastante alto en años anteriores en play-off, Mr Jimmy Garoppolo AKA Guapopolo aquí en España. ¿Qué oportunidad tenía Purdy de jugar este año? Prácticamente ninguna. Sin embargo, ahora, y a pesar de la lesión que le impedirá jugar parte de este año venidero, Brock Purdy se postula como uno de los quarterbacks TOP de la liga en cuanto a futuro. Poco tardaron en San Francisco en liberar parte del peso con el que cargaba la tripulación: Trey Lance hizo sus maletas y marchó a Dallas (para ser QB2) a cambio de una cuarta ronda de 2024.
“El prospect perfecto”
Siempre me ha encantado poner este ejemplo y lo seguiré poniendo por el resto de mi vida. Un jugador que desde high school ya prometía con unas estadísticas que se salían fuera de lo normal. De padres profesores, este recruit no pasa desapercibido por nadie del mundo football. De hecho, su padre también era coach de high school, lo cual le hacía estar totalmente impregnado siempre de experiencia en este deporte. Pero no todo era el terreno de juego, pues a pesar de ser un alumno que sacaba A, tenía dichas notas prácticamente regaladas (según comentó su padre a periodistas), con lo que su familia le recomendó acudir a una escuela militar donde nuestro protagonista fue siempre reticente. Para él siempre fue una especie de castigo, y pensaba que no necesitaba eso para su camino a la NFL. Endiosado, finalmente recaló en Penn State, aunque no en el mejor momento del programa debido al fallecimiento del histórico Joe Paterno y de los escándalos que habían salpicado a dicho college recientemente. Coach Bill O’Brien, le convenció a la hora del recruit y todo parecía ir rodando por una carretera en la que Bill también entrenó a Tom Brady en New England Patriots años atrás. Del Big Ten Freshman of the Year a su último año en Penn State pasaron muchas cosas. Bueno, digamos que lo que pasó es que el reconocido y buen HC James Franklin (el cual a día de hoy sigue en el equipo) y nuestro QB no supieron entenderse. Cabe destacar que quedándole aún un año por jugar en universidad, decidió marcharse al draft no sin antes agradecer a todos los entrenadores su apoyo. Nombre por nombre… bueno, menos a James Franklin.
Y llegó el draft de 2016. Ahí estaba el histórico QB Chad Pennington para anunciarlo: “With the 51 pick 2016 NFL draft, the New York J-E-T-S select”… (Sorpresa en el publico). ¿Sabéis eso de que no sabes si abuchean o aplauden? Bueno, no todo era desconfianza, pues en una entrevista para la web elitesportsny salió a hablar otra leyenda de los Jets, el gran Joe Namath AKA “Broadway”. El mito que ganara un anillo en la franquicia verdiblanca hablaba así del muchacho:
Sobre la titularidad. ¿Josh McCown, Bryce Petty o…? “Me gustaría verle teniendo la oportunidad y ganar el puesto. Eso nos daría mucha esperanza. Tal vez no logremos victorias este año, pero vaya, nos prepararíamos para el próximo año”.
“Sí, él y a palabra esperanza van de la mano como la sal y la pimienta. Todos los demás QBs en la lista… ya sabemos lo que son”.
“Ha sido castigado por pecados que deben ser vistos con buenos ojos. Se quedó en Penn State a pesar de que su gente le dijo que se fuera de ahí. Llámalo estupidez si quieres, pero a eso lo llamo yo agallas y confianza”.
Y nada. Nada de nada. Absolutamente ninguna titularidad ni minutos. El jugador estuvo dos años para seguidamente pasar por Oakland Raiders, Philadelphia Eagles y Cincinnati Bengals el mismo año, 2018, el cual acabó sin jugar un solo partido NFL. Como ya hemos comentado, quizá fue su último año en Penn State que hizo bajar su stock de draft bastante, y es por eso que siempre me hago esta pregunta: ¿Y si hubiera hecho caso a sus entrenadores y a su entorno? ¿Y si los Rams, en vez de Jared Goff, hubieran seleccionado a este eterno prospect perfecto? ¿Hubieran ganado Los Angeles Rams de Coach Sean McVay a los New England Patriots de Bill Belichick? A Tom Brady lo mismo le tendríamos que haber restado dos. Y nuestro protagonista con dicho staff ¿qué? Otra vez campeón del SuperBowl, ¿No? Christian Hackenberg, damas y caballeros. El prospect perfecto.
Por todo lo anteriormente relatado es evidente decir que los jugadores seleccionados en el pasado draft de finales de abril puedan tomar un rumbo diferente dependiendo de la franquicia en las que han sido drafteados. Podríamos ver fácilmente que un Hendon Hooker (Tennessee — el cual estaba en los rankings previos al draft como el 6º en la posición de QBs) ser el mejor de esta camada de 2023, porque por ejemplo lo que resta de él es su lesión de ACL en noviembre. Pero es que para algunos, y aunque diciéndolo con boca pequeña, es el quarterback que mejor puede encajar en un equipo con ataque explosivo.
¿Y Anthony Richardson (Florida)? El Patrick Mahomes de este draft. 4º en el ranking predraft, con quizá el mejor brazo en largo y la elusividad que se le pide ahora en el pocket y fuera de él a un QB actual. Que sí, que está muy verde, pero acabando en el equipo adecuado y con el staff adecuado probablemente sea el que más techo tiene. Con permiso obviamente de Bryce Young (Alabama) y CJ Stroud (Ohio State), los cuales fueron los dos primeros en ranking previo y que lo mismo en 5 años aín están batallando por un puesto de titular.
O, si no, Will Levis (Kentucky). Yo en estos momentos me lo imagino promocionando de aquí a 5 años una bebida de Mayonesa con Café, o cohabitando en los anuncios de nuestra televisión con la selección española de fútbol porque “Plátanos de Canarias” le ha ofrecido salir en el mismo spot comiéndose uno de sus productos con cascara. ¡Qué! ¿Qué no le habíais visto ya hacerlo antes? Para eso está Youtube, amigos y amigas. Bueno, en resumen: Will Levis Hall of Fame. Así es el gafe Chapman, gente.

