JOSÉ ADRIÁN SANABRIA
Irlanda. O esa isla en la que todo es verde, donde hay grandes acantilados y pudieron deshacerse del yugo del Imperio Británico allá por los años 20; pero a su vez esa isla en la que todo va relacionado a la política, al conflicto y la inseguridad. O casi todo. Hay pocas cosas en las que los irlandeses no discutan, tanto unionistas como republicanos, tanto católicos como protestantes, tanto de Dublín, como de Cork, Galway o Belfast. Y una de ellas es la referente a un campo de césped verde con quince jugadores vestidos de verde.
El rugby es uno de los tres deportes nacionales de Irlanda, por encima del fútbol, el que une un sentimiento de pertenencia brutal hacia el XV del Trébol, y de la mano de la Revista Chapman haremos entender por qué es así.

La unión de un país en llamas
Irlanda, desde los años 20, vive dividida. Los británicos, quienes dominaban la isla hasta entonces, se quedaron con parte de la región del Ulster, lo que conocemos comúnmente como Irlanda del Norte, lo que generó un conflicto político y armado que todavía, después de 25 años de paz, aún no ha cicatrizado. Pero como hemos dicho, en el rugby eso no pasa, aunque tres cuartas partes del Ulster pertenecen a Reino Unido. Toda la isla de Irlanda se ve representada por la Irish Rugby Football Union, IRFU.
La Unión fue creada en el siglo XIX, en 1879, al fusionarse las uniones de Irlanda e Irlanda del Norte, y es la que integra y dirige todo el rugby XV en la isla. Todo, absolutamente todo, incluso lo que ocurre en el Ulster británico. Todo tiene una razón de ser: la pertenencia unida a la corona del Reino Unido, como un todo.
El inicio de la selección de Irlanda comienza un poco antes, en 1875, exactamente un 15 de febrero, cuando jugaron su primer partido ante Inglaterra, en el que perdieron por 7 a 0. Su primer victoria como combinado nacional llegó en 1881, en Belfast ante Escocia, De ahí en adelante se tiene constancia de cuándo se popularizó el deporte en la isla, a raíz de la victoria de su primera Triple Corona (vencer a las demás selecciones británicas) en 1894, y a partir de la primera visita de los All Blacks en 1905, ya en el siglo XX.
El deporte fue creciendo más y más, aunque se tuviera que ver truncada la progresión por dos guerras mundiales, acuerdos de separación y procesos de independencia en algo menos de 30 años. Pero los irlandeses fueron capaces de voltear la situación y darle momentos de gloria a la isla. Varias Triples Coronas, un Grand Slam y el Cinco Naciones en 1948, título que repitieron en 1949 y en 1951.

En 1954 ocurrió algo que nadie esperaba. Ya hemos comentado que IRFU integra todas las regiones de Irlanda, incluía Irlanda del Norte. Aquel año sería el último en el que el XV del Trébol jugaría por última vez en aquel territorio hasta 2007, por la indisposición de los irlandeses del sur a ser recibidos con el God Save the Queen, himno británico, en un partido ante Escocia.
Los 60 no fueron años de gloria para los irlandeses, a excepción de una serie de victorias ante los Wallabies o ante los Springboks, pero en los 70 Irlanda volvía a la senda de la victoria, volviendo a ganar el Cinco Naciones 23 años después de la última vez, en 1974. Los 80 también fueron buenos años para los celtas, consiguiendo hacerse con el Cinco Naciones tres veces en cuatro años, en 1982, 1983 y 1985.

Llega el tiempo de las Copas del Mundo, y con ello el profesionalismo, e Irlanda nunca ha sido igual de boyante que en los campeonatos europeos. En 1987 cayeron en Sídney ante los Wallabies en cuartos de final, al igual que en 1991. En 1995, fue la Nueva Zelanda de Jonah Lomu la que los impidió avanzar de esa misma ronda, certificando la mala suerte del XV del Trébol ante las fases eliminatorias. De ahí en adelante, Irlanda nunca ha podido superar esa fase, quedando en fase de grupos durante el mundial de Francia de 2007, y en el único Playoff que hubo en el mundial de Gales 1999.
Por lo demás, Irlanda resurgió en el ámbito europeo, ganando el certamen en 5 ocasiones desde 2009, con dos Grand Slams incluidos, y 7 Triples Coronas desde 2004, a causa de varias generaciones de jugadores de la talla de Brian O’Driscoll, Ronan O’Gara o Johnny Sexton, capitán durante el último triunfo del Trébol, el Seis Naciones de 2023, en el que también lograron el Grand Slam.
¿Por qué no usan la bandera republicana?
Desde la independencia de Irlanda de facto en 1916, la bandera que ha representado a la población irlandesa ha sido tricolor: verde, blanca y naranja, bandera que sigue siendo la que representa a la República de Irlanda, pero que no es utilizada en Irlanda del Norte, cuya bandera está basada en la cruz de San Jorge con el escudo de armas del Úlster.
Para evitar problemas entre norirlandeses y republicanos, se decidió que la bandera que IRFU utiliza en sus partidos es de fondo verde, con un trébol en medio (el que luego podemos apreciar en su escudo), y con cuatro escudos de armas, uno por cada provincia de la isla: Leinster, Munster, Connacht y Ulster. De esta manera, pueden unir el sentimiento propio hacia el rugby sin tener que involucrarse en problemas políticos y generar disconformidad con un equipo encargado de representar a toda la isla por igual, sean cuales sean los sentimientos nacionales.

Con el himno sucede algo parecido. Cuando jugaban en el antiguo Lansdowne Road de Dublín, sede de IRFU, siempre sonaba The Soldier’s Song, himno nacional de la República de Irlanda; mientras que si el partido era jugado en Belfast, capital de Irlanda del Norte, se escuchaba el God Save the King, himno nacional del Reino Unido, pero fuera de casa era cuando venían los problemas.
En 1995, la Unión encargó un nuevo himno que pudiera representar los intereses del rugby sin tener que interceder en el campo político. Este es el famoso Ireland’s Call. Pese a la creación de este himno, en Dublín se sigue tocando el The Soldier’s Song, y acto seguido el Ireland’s Call, algo que ha generado disputas con los unionistas norirlandeses, que pedían que sucediera lo mismo pero con el God Save the King antecediéndolo, a lo que IRFU se negó.
La historia, del lado del Trébol
Irlanda siempre ha sido una de las potencias europeas en cuanto al rugby se refiere. Pese a que nunca hayan logrado pasar de cuartos de final en la Copa del Mundo en las 9 ediciones que ha disputado (siempre ha clasificado desde el primero en 1987), el XV del Trébol ha cosechado un gran nivel de triunfos en el viejo continente desde el siglo XIX.
En el equivalente al Campeonato de Europa, el Seis Naciones (antiguo Home Nations y Cinco Naciones), los irlandeses son la tercera selección con más triunfos históricamente en el torneo, por detrás del XV de la Rosa y del XV del Gallo, con 21 títulos absolutos (1894, 1896, 1899, 1906, 1912, 1926, 1927, 1932, 1935, 1948, 1949, 1951, 1974, 1982, 1983, 1985, 2009, 2014, 2015, 2018, 2023)

A lo largo de estos, han cosechado 4 Grand Slams (título otorgado a la selección que derrota a los cinco oponentes en todos los partidos) en 1948, 2009, 2018 y 2023. En cuanto a la Triple Corona, el título otorgado a la selección de las Islas Británicas que gane a los adversarios locales, ha sido conseguido por los irlandeses en 13 ocasiones (1894, 1899, 1948, 1949, 1982, 1985, 2004, 2006, 2007, 2009, 2018, 2022, 2023).
En cuanto a los trofeos que se disputan dentro del Seis Naciones, Irlanda se ha hecho en 20 ocasiones con el Centenary Quaich (contra Escocia) y el Millenium Trophy (contra Inglaterra) en 16. En demás torneos, como la Copa Lansdowne (ante los Wallabies), han salido 6 veces victoriosos, mientras que en la Almirante Brown, disputada ante los Pumas de Argentina, han sido en 5 las ocasiones que el XV del Trébol ha conseguido hacerse con el antorchado.
Irlanda contra… ¿los Pumas?
Al ser fundado en 1875, el XV del Trébol es uno de los más antiguos del mundo, y por historia, uno de los más importantes del deporte, con jugadores históricos y un gran número de títulos a lo largo de más de 140 años de historia, 140 años que le han servido para cosecharse grandes rivalidades en los terrenos de juego.
Si hablamos de rivalidades históricas del XV del Trébol, tenemos que hablar de Inglaterra, una de las dos selecciones con más partidos disputados contra Irlanda (141). En este caso, las estadísticas caen del lado de los británicos.
Por otro lado, la otra selección con más partidos disputados ante Irlanda es Escocia, a la que los une su pasado gaélico y la rivalidad ante Inglaterra. En este caso, los irlandeses han tenido más suerte contra el XV del Cardo, aunque las estadísticas sitúan todo realmente igualado
La mayor némesis de la historia del Trébol ha sido el helecho plateado, los All Blacks neozelandeses, contra los que en 36 partidos solo han sido capaces de ganar en 5 ocasiones, demostrando que quedan lejos del nivel histórico de los 3 veces campeones del mundo
Si hablamos de su némesis, hablamos también de quiénes han sido los combinados con los que Irlanda no ha tenido piedad en test matches. Dentro de las grandes mundiales y europeas, Italia es la que se lleva la palma, con 32 derrotas en 36 partidos ante el XV del Trébol, suponiendo un rival asequible históricamente para los irlandeses.
En cuanto a las selecciones del hemisferio sur, sin contar Nueva Zelanda, Sudáfrica es la que mejores registros presenta contra el Trébol. Los Springboks han sido capaces de ganar a Irlanda en 18 de las 28 veces que se han enfrentado, también dejando claro quiénes son los dominadores históricos del deporte, pese a la reciente victoria del XV del Trébol en su último enfrentamiento.
Aunque quizá la rivalidad más extraña que tenga Irlanda sea Argentina, todo ocasionado tras el Playoff durante el mundial de Gales en 1999, en el que los Pumas se hicieron con la victoria ante la Irlanda de Rory Best por 28-24, siendo todo un logro para los argentinos, mientras que para los europeos fue el peor resultado de su historia en un mundial, considerado como un fracaso total. Curiosamente, también los une el hecho de que uno de los mayores héroes de la historia de Argentina, el almirante Guillermo Brown, fuera irlandés. Así es el nombre que recibe el torneo que disputan ambas selecciones, que siempre han caído del lado irlandés.

12 Hall of Famers y récords por batir
La aportación de Irlanda al mundo del rugby es indiscutible, y así lo certifican tanto su selección como sus clubes históricos (Leinster, Munster y Ulster). De la infinidad de jugadores que han pasado por el XV del Trébol a lo largo y ancho de su historia, tan solo 12 han sido capaces de llegar al Salón de la Fama: Ronnie Dawson, Tom Kiernan, Mike Gibson, Willie McBride, Jack Kyle, Basil Maclear, Syd Millar, Ronan O’Gara, Tony O’Reilly, Brian O’Driscoll, Keith Wood y Fergus Slattery, aunque jugadores como Paul O’Connell, Rory Best y Jonathan Sexton tienen todas las papeletas para entrar por méritos y hacer más grande el número de jugadores irlandeses dentro del Hall of Fame.

En los más de 140 años de historia de existencia del XV del Trébol, el jugador que más veces vistió la camiseta verde fue el centro de Leinster Brian O’Driscoll, con 133 tests entre 1999 y 2014. Por detrás, Ronan O’Gara y Cian Healy, con 128 y 125 cada uno respectivamente. El jugador en activo con más partidos jugados, y por detrás el actual capitán del Trébol, Johnny Sexton, con 117, por el momento.
Además, O’Driscoll es el mayor anotador de ensayos en partidos, con 46 ensayos en sus 133 partidos, aunque no se acerca al mayor anotador de la historia de IRFU. En activo, el jugador con más tries es Keith Earls, con 36.

En cuanto a los anotadores en partidos, las estadísticas generales colocaban a Ronan O’Gara por delante de todos sus compañeros, con 1083 puntos en 13 años con IRFU, y justo por detrás el incombustible Johnny Sexton, que ya lo superó en puntos en la historia de los mundiales en el partido ante Rumanía durante la Copa del Mundo de Francia 2023, sobrepasando los 93 de O’Gara.
Ha tenido que ser en el siguiente partido de fase de grupos en el mundial, ante Tonga, cuando el número 10 irlandés se ha consagrado como el máximo anotador de la historia del XV del Trébol, a sus 38 años. 1107 puntos actualmente, 24 más que su eterno rival, además de ser el jugador que más ha influido en su carrera y excompañero en Racing 92, que lo sitúan en la cúspide del escalafón de IRFU. Quién mejor que el que recogió su testigo como apertura titular en la selección para convertirse en el máximo anotador de la historia de Irlanda.

Objetivo: Pasar de cuartos
Para este mundial de 2023, que ya ha empezado con buen pie, Irlanda espera por fin llegar a superar la barrera mental y psicológica de los cuartos de final. Sobrepasar la primera eliminatoria es fundamental para el crecimiento del grupo, que ya tiene en su poder la victoria ante Rumanía por 82-8 en su debut en Francia 2023, en un grupo con auténticos huesos, como son Escocia y Sudáfrica.
Irlanda parte en el ránking de World Rugby como primera del mundo, tras su victoria del Seis Naciones (con Grand Slam incluído), y ganando también los tests previos a la Copa del Mundo. Es, quizá, la selección europea más en forma del momento, junto con la Francia de Antoine Dupont en el campo y de Fabien Galthié en la sala de máquinas.
Con Sexton capitaneando al equipo en la que es su cuarto mundial, y con un Andy Farrell que ha demostrado que Irlanda tiene mucho más que potencial. Además del renombrado en Chapman como “Johnny Sexon”, el XV del Trébol cuenta en sus filas con el mejor jugador del mundo del año 2022, Josh Van der Flier, al que también acompañan jugadores de la talla de Bundee Aki, Peter O’Mahony, Keith Earls y Conor Murray con su veteranía o la juventud de Ryan Baird y Jack Crowley.
Con un equipo más que completo por primera vez en décadas, Irlanda sigue invicta en 2023, y así lo ha continuado en el Grupo B, ganando con autoridad ante Rumanía y Tonga, jugando de tú a tú contra los actuales campeones del mundo, los Springboks sudafricanos, y aplastando finalmente al XV del Cardo escocés. 17 partidos invictos que hacen a la irlandesa quizá la selección más temida del mundo.
Aún así, se espera que esta sea la primera vez que sí atraviesen los cuartos de final. Primeros del grupo B, les esperará en la primera eliminatoria su mayor némesis: Nueva Zelanda, que viene en un gran momento tras olvidar lo ocurrido en el primer partido ante Francia, por lo que Irlanda tendrá que sacar lo mejor de sí misma para superar el escollo mental que les suponen históricamente los cuartos, más que por nivel, sabiendo que ya vencieron a Francia en el Seis Naciones para adquirir el Grand Slam de esta edición. Pese a ello, el XV del Trébol sabrá de buena mano lo que es luchar contra viento y marea para conseguir el sueño de toda una isla: devolver la Webb Ellis Cup al hemisferio norte por primera vez desde que lo hiciera Inglaterra en 2003.
