El Mundial Femenino U19 de baloncesto cierra hoy sus octavo y último día de competición y actividad con los partidos por las medallas. A las 18:30, el Canadá – Francia por el bronce. A las 21:00, el Palacio de los Deportes de Madrid será testigo de la final mundial entre la favorita, Estados Unidos, y la anfitriona, España. Aún quedan entradas en el segundo anillo del WiZink Center por 10 euros (clic para comprar).

Ayer, España y el público de Madrid se unieron durante el mejor partido del torneo: el enfrentamiento de semifinales contra Canadá. El ‘Iyanazo’ de España, la defensa que tanto caracteriza al equipo de Bernat Canut y un ambientazo digno una semifinal mundial senior. Las españolas decidieron el partido con un parcial en solitario de Iyana Martín desde la línea de tiros libres, cogiendo rebotes y robando balones entre intentos.

Antes de ese partido contra Canadá, el WiZink Center, adornado con los suelos de cristal y LED estrenados en este campeonato, acogió la primera semifinal. Estados Unidos, favorita indiscutible a llevarse el mundial, contra Francia, que llegaba de superar por los pelos a Alemania en octavos y Japón en cuartos.

El partido duró poco más de un cuarto. La intensidad defensiva de las exteriores americanas y el poderío físico de las interiores rompieron definitivamente el partido. Hannah Hidalgo, Kira Rice y Grace van Slooten fueron las mejores de EE.UU. Para Francia, Leïla Lacan y Anaelle Dutat fueron incapaces de repetir la gesta de las eliminatorias anteriores.

Queda, por tanto, una final entre Estados Unidos y España. Un partido por el oro mundial, en un escenario sin precedentes, con dos selecciones a un nivel excelente. Ambas llegan invictas y con grandes argumentos para opositar al primer escalón del podio.


Previa de la final del Mundial U19

A continuación, un análisis al juego de los dos equipos, sus estrellas y sus puntos fuertes y débiles. Una ayuda para saber qué esperar del partido de hoy y para llegar sabiendo todo lo necesario

Estados Unidos

Estados Unidos está en la final del Mundial Sub-19 sin haber ganado un solo partido por menos de 20 puntos desde la primera jornada de los grupos, contra Mali. Es un equipo diseñado para estrangular, para aumentar el parcial constantemente y no permitir la menos oportunidad de remontada al oponente. En octavos, +76 contra Argentina; en cuartos, +60 contra Chequia; en semis, +23 contra Francia. Una apisonadora.

El estilo del equipo americano se basa en potenciar sus virtudes. La ventaja física de sus interiores es diferencial, por ello juegan con dos interiores fuertes y una alero con influencia en pintura, para sobrepasar la defensa interior de las rivales, y luchar por el rebote ofensivo en cada posesión. Por fuera, una base con mentalidad pasadora pero suficientes recursos anotadores para condicionar a la defensora al pick&roll, y una escolta también capaz de generar sobre bote (incluso una segunda base).

Pese a tener una ofensiva muy completa, la mayor virtud de Estados Unidos es la defensa. Son el equipo que mejor emplea el físico para la empresa defensiva, con postes inteligentes y exteriores activas. Las recuperaciones de balón de Lepolo, Jones e Hidalgo son, siempre, la primera pieza de los cambios de dinámica y los parciales amplios de las americanas. En la pintura, la ventaja física suele terminar en tapones y tiros muy punteados. El rebote defensivo, en el que están muy concienciadas las exteriores, no es un punto débil de las de Joni Taylor.

El punto de mayor confianza para el equipo americano es, sin duda alguna, la profundidad de plantilla. Las estrellas del equipo pueden permitirse tener partidos malos; los recambios son de un nivel altísimo. Durante el torneo, todas las jugadoras de la convocatoria han disfrutado de más de 10 minutos por partido, y ninguna supera los 20 minutos de promedio. Todas han aportado y anotado (todas menos Lepolo más de 6 puntos por encuentro). Estados Unidos está a gusto con su quinteto en cualquier contexto, aunque mejora con sus estrellas en la pista. Los nombres propios de esta selección son tantos que parece injusto (o impreciso) reducir la lista.

Hannah Hidalgo, la mejor jugadora desde el banquillo, es una de las principales candidatas a MVP del torneo. Promedia 11 puntos, 5 asistencias, 3 rebotes y 3 robos en los 19 minutos que disputa por partido. La estadística en el más/menos es impresionante: 31,2 puntos de ventaja por partido para su equipo cuando ella está en cancha. Las estadísticas avanzadas son las que mejor representan su influencia, ya que lidera el mundial el asistencias por cada 40 minutos, balance asistencias-pérdidas y balance robos-faltas. Una jugadora total que cambia partidos.

Joyce Edwards lidera al equipo en anotación. Una finalizadora por naturaleza, con una presencia muy valiosa en los lados de la cancha. Sus 14 puntos por partido multiplican su valor con un 66% de acierto en tiros de campo. Rebotea en gran volumen y tiene capacidad para mover el balón. Es, sin embargo, poco fiable desde la línea de tiros libres (61%).

Kira Rice, que llegaba al torneo como estrella del equipo, es una pieza imprescindible en el sistema. Sin destacar, promedia 10 puntos, 5 rebotes y 2 asistencias por partido. En la pintura, Chloe Kitts es una anotadora sobresaliente y muy atlética, Madison Booker (que vuelve de lesión) una jugadora total muy efectiva, Grace van Slooten una jugadora con gran compostura y fundamentos, y Breya Cunningham la pívot más tradicional y la presencia más grande en pintura propia. Jadyn Donovan y Cotie McMahon, en el ala, están haciendo un torneo muy discreto, pero su talento es suficiente para considerarlas peligrosas.

Una plantilla con ventaja de talento y de físico, con un estilo claro y efectivo. Una apisonadora diseñada para aplastar a rivales sin misericordia. Con un pequeño pero al que ha de agarrarse España: aún no han sufrido ningún partido, nadie ha puesto a Estados Unidos en problemas. Una primera vez en una final del mundo puede salir muy mal.

España

La selección española es el equipo mejor cohesionado del torneo. Una máquina bien engrasada con las cosas claras y mucho talento. La lucha y la intensidad han hecho de este equipo un obstáculo insalvable para selecciones talentosas como Francia, Australia, Lituania o Canadá. Un camino muy complicado hasta la final de mundial, que las anfitrionas han solventado sin dejarse una sola victoria por el camino.

El estilo de España rodea la búsqueda constante del mejor tiro, mediante el movimiento sin balón y el movimiento del balón. Con exteriores inteligentes, interiores distribuidoras y alas móviles. Las rachas de anotación creadas desde la base defensiva son la artillería pesada de este equipo, que se crece con cada pequeño éxito. Desde una buena defensa hasta un tiro libre anotado, más aún con un WiZink Center que ha arropado al equipo de manera impecable. Ante Canadá, el pabellón fue una caldera. Contra Estados Unidos, por el oro, debería ser incluso mejor el ambiente.

La clave del equipo, como comenta en zona mixta Bernat Canut tras cada partido, es la clave del equipo. Las jugadoras defienden juntas, en equipo, con una intensidad envidiable por cualquiera. La pintura bien protegida, y las exteriores con problema hasta para recibir.

Por fuera, la especialista es Elena Moreno. Defensora por instinto, naturaleza y talento. Tendrá muchos minutos hoy, siempre que el susto de ayer quedara en un golpe. Se emparejó con Jocyté en cuartos y siguió a Syla Swords en las semifinales. Kira Rice tendrá un día complicado defendida por Elena.

Iyana Martín es una ladrona excelente, desde el ataque al bote hasta el dominio de las líneas de pase. Elena Buenavida y Deva Bermejo son, de igual manera, sinónimas de robos de balón y transiciones. Alicia Flórez es un animal competitivo, con un nivel de intensidad inexplicable y una implicación que muy pocas jugadoras han dado en este torneo. Celebra cada posesión en la que la rival no anota, aunque esa energía puede convertirse en faltas innecesarias a veces.

Por dentro, Awa Fam es una presencia imprescindible para España, más aún contra un equipo como Estados Unidos. Hizo una labor excelente secando a Toby Fournier en semifinales, con tapones, molestia en cada ocasión en la que recibía y buena gestión de las faltas personales. La alternativa, en segunda unidad, con Daniela Abíes y Ariadna Termis fue igual de efectiva. Un acierto de pizarra de Canut, que podría volver a jugar con esta disposición defensiva sin Fam en la final.

Al otro lado de la cancha, España produce puntos a base del movimiento. Las estrellas exteriores, Iyana y Elena Buenavida, son tan capaces de anotar como de distribuir para sus compañeras en la pintura y el perímetro. Deva Bermejo, Alicia Flórez y, especialmente, Carla Brito serán las beneficiadas de esa disposición al pase. Awa Fam, tanto anotando como generando para compañeras desde la bombilla, será el cimiento más importante para el funcionamiento del equipo en fase ofensiva. Las transiciones ofensivas tras recuperación o rebote defensivo serán la forma de anotación más importante, pero España se esforzará por ralentizar el ritmo del partido y jugar en estático siempre que sea posible (al igual que contra Canadá).

La estrella de este equipo es el grupo. La unidad y el trabajo en común. Sin embargo, es necesario repasar los nombres más importantes de España para entender por qué y cómo funciona este equipo.

Iyana Martín ha sido la mejor jugadora de España en el torneo hasta ahora. Sale del banquillo y cambia los partidos. Sus minutos con Elena Buenavida suelen decidir los partidos. Es una anotadora compulsiva brutalmente eficiente: 16 puntos por partido con 64% de acierto siendo exterior, sin jamás renegar del pase (3 asistencias por partido). En defensa, robos, intercepciones y mucha molestia para las bases rivales.

Elena Buenavida ha liderado al equipo emocionalmente desde el inicio del torneo. El talento de la canaria es un en un millón. Anotadora muy capaz, que ha tomado el rol de pasadora principal para España. Su asociación al pick&roll con Awa Fam es impecable. Su visión le permite habilitar a cualquier jugadora en cualquier momento, y así explotar la ventaja que cualquier ayuda defensiva rival genere.

Awa Fam tiene el tamaño, la fuerza, los fundamentos y la capacidad de distribución de una interior senior de alto calibre. En cancha propia, lucha con las mejores interiores, tapona, rebotea y entiende los cambios y ayudas perfectamente. En las pinturas, Carla Brito será su principal aliada, una jugadora física, talentosa y muy inteligente. Entre ambas, tendrán la tarea más complicada de la final, hacer irrelevante la ventaja física de Estados Unidos bajo los aros.


¿Se le puede ganar a Estados Unidos?

España ha conseguido todo lo que se le podía pedir en este Mundial Femenino U19 de Madrid: ser la mejor del resto. Ahora, se puede permitir disfrutar del premio: luchar por el oro con la favoritísima.

Estados Unidos debería ganar el oro. Es el mejor equipo del torneo, con las mejores jugadoras. Pero el baloncesto no funciona siempre así. España tiene más argumentos que nadie y más argumentos que nunca para rebatir la superioridad de las americanas. Juegan en casa, no tienen nada que perder y el equipo ha sido capaz de tumbar a las mejores selecciones del torneo (incluida Australia, que ganó a EE.UU en la preparación).

Esta completamente permitido soñar. Después de todo lo logrado en esta competición, con todo el WiZink rugiendo, con el sueño de una generación y el precedente inmediatamente anterior que fue el Oro junior mundial de los chicos… todo es posible.

España y Estados Unidos se citan con la historia en un escenario inmejorable. Hoy, a las 21:00, empieza un partido histórico para el baloncesto español, pase lo que pase. Una generación repleta de talento y ganas llega a la primera escena internacional. El año que viene, muchas estarán en equipos profesionales. Pronto, también con la selección absoluta. Podremos decir que vimos el ‘Iyanazo’ de las semis y, si todo se diera a la perfección, a las primeras Junios de Oro de nuestra historia levantar el título mundial en casa, ante su público, ante un Palacio de los Deportes de Madrid repleto e inundado de rojo.